Si estás por embarcarte en algún viaje, te ayudará saber a qué mundo
estás ingresando antes de realizar el check in en el aeropuerto. Las
azafatas conocen los hábitos en estos lugares, de los viajeros frecuentes y de
las familias que viven una confusión al abordar mientras intentan que sus hijos
suban al avión sanos
y salvos para encarar las vacaciones.
Entras a un
avión, y el personal de vuelo te saluda amablemente en un ritual que se repite
con cada pasajero. ¿Por qué se sigue manteniendo esa cortesía aparentemente
absurda? La respuesta es sorprendente. En realidad no es solo una cortesía, y
la azafata hace algo más que saludar.
En ese momento
los miembros de la tripulación que nos saludan están examinándonos
cuidadosamente de arriba a abajo.
Julieta explica
que el personal de vuelo aprovecha ese momento para inspeccionar los pasajeros
en busca de posibles problemas y también de personas a las que recurrir en caso
de que aparezcan esos problemas. Saludar es una forma, por ejemplo, de intentar
identificar a pasajeros que puedan estar ebrios, bajo los efectos de las
drogas, o que simplemente tengan una actitud negativa, beligerante o sospechosa.
Igualmente, las
azafatas identifican en este primer saludo a los pasajeros que pueden serles
útiles durante el vuelo, bien porque estén en evidente buena forma física, o
porque pertenezcan a algún cuerpo de seguridad. En los aviones no hay policía,
y en el caso extremo de que uno de los pasajeros resulte ser conflictivo, solo
se puede recurrir a los demás pasajeros para reducirlo. Tener localizado a
alguien de rango militar o simplemente a alguien muy atlético permite ganar segundos que pueden ser
preciosos.
Entre otras circunstancias, odian cuando un pasajero les pide algo
para beber. No están simplemente siendo amables. Es siempre
tranquilizador el ver a las azafatas darte la bienvenida cuando abordas un
avión. De seguro que es por el dinero que pagamos por el boleto, pero tienen una motivación extra para hacerlo.
A medida que los pasajeros
ingresan a la aeronave, el comisario de a bordo comienza a evaluar a las
personas. Observan a cada uno de los
pasajeros y realizan una nota mental de quién puede ser problemático, quién
viaja solo, o cuáles de ellos pueden necesitar una asistencia extra por estar
discapacitados o viajar con niños. Asimismo, intentan ver quién podría ser
de ayuda en caso de una emergencia.
Esto
es algo de lo que tienen que observar las azafatas cuando viajas.
Daniel Díaz Abarca